jueves, 16 de abril de 2009

Fracturas

Fracturas
Fractura es la rotura de un hueso. Para los fines de los primeros auxilios, as fracturas se dividen en dos clases: cerradas y abiertas.

Fractura cerrada: En la fractura cerrada los fragmentos del hueso no rasgan la piel.

Fractura abierta: En la fractura abierta el hueso roto perfora la piel.


Las fracturas cerradas, si no se tratan con cuidado al administrar los primeros auxilios, pueden hacer que los pedazos del hueso perforen los tejidos y la piel y conviertan la fractura cerrada en abierta. Para evitar esta complicación, antes de mover a la persona lesionada deben colocarse siempre unas tablillas o algún otro aparato alrededor de los huesos rotos. La mayoría de las fracturas cerradas se unen sin dificultad, pero las abiertas se infectan frecuentemente debido a la herida. Si la infección ataca al hueso, la curación tardará mucho tiempo.
En caso de duda, lo mejor es suponer que hay fractura y dar el tratamiento adecuado hasta que llegue el médico.

Tablillas
Antes de discutir el tratamiento de las fracturas es necesario mencionar las tablillas para casos de urgencia. Puede usarse como tablilla cualquier material rígido, como cartón, madera o metal, debidamente acojinado, o una almohada. En casos de urgencia pueden usarse también muchos artículos caseros como paraguas, bastones, cajas viejas y revistas.
Requisitos que deben llenar las tablillas
Las tablillas deben ser lo suficientemente sólidas para que eviten que los huesos se muevan en el sitio de la fractura.

Deben ser lo suficientemente largas para que se extiendan más allá de la coyuntura en ambos lados de la fractura.

Deben ser por lo menos tan anchas como el brazo o la pierna donde se van a usar.

Deben tener acojinado el lado interior para que quede blando y no lastime las protuberancias de los huesos.

Deben fijarse firmemente y asegurarse con vendas, pero no deben dificultar la circulación de la sangre.

Dislocaciones

Dislocaciones
Cuando un hueso se sale de su lugar en una coyuntura, y no vuelve a su posición, se dice que está dislocado.

Síntomas. La coyuntura se deforma y pierde su movimiento. Sobreviene la hinchazón y se siente dolor.

Tratamiento. Llame al médico.

Coloque la pierna o el brazo en la posición más cómoda posible. Si es un brazo, colóquelo en un cabestrillo, y si es una pierna pòngale una almohada o una manta arrollada debajo.

Aplique compresas de agua fría a la coyuntura. Las dislocaciones, aunque dolorosas, pueden dejarse sin atender durante varias horas sin que causen mucho daño. En la mayoría de los casos es difícil volver a llevar el hueso a su sitio. Al tratar de hacerlo, las personas inexpertas generalmente empeoran la situación. Si no se pone cuidado al tratar de corregir una dislocación en una posición que agrave la lesión. La presión puede lesionar los nervios y, si se aplica sobre los vasos sanguíneos, puede dificultar la circulación de la sangre.

Contractura muscular

La contractura muscular
En estos casos, la contractura aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar, ya sea intenso y puntual -por ejemplo, un esfuerzo excesivo- o mantenido y menos intenso -por ejemplo, mantener unas horas una postura inadecuada-. Por otra parte, algunas anomalías de la columna vertebral o desequilibrios de la musculatura favorecen que unos grupos musculares estén trabajando constantemente más de lo necesario, lo que les predispone a contracturarse.

Eso mismo ocurre cuando falta potencia a la musculatura y se le exige que realice esfuerzos que exceden su capacidad. Por ejemplo, algunos estudios científicos han demostrado que la musculatura paravertebral es simétrica; la del lado izquierdo y derecho tiende a ser similar con independencia de que el individuo sea diestro o zurdo. En pacientes que han sido operados de la espalda, o que han padecido dolores de espalda de forma crónica, la musculatura paravertebral puede atrofiarse hasta en un 80% con respecto a la del lado sano, facilitando un reparto asimétrico de las cargas, la sobrecarga muscular o discal y la aparición de nuevos episodios dolorosos.

En ese tipo de situaciones es fundamental hacer el ejercicio adecuado para cada caso específico, con el fin de contrarrestar esa tendencia y evitar la repetición de las crisis.

La contractura muscular causa dolor de espalda por varios mecanismos:

La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que están en él, desencadenando dolor de espalda.

Además, el músculo contracturado puede comprimir la arteria, disminuyendo su riego sanguíneo. En esa situación se forma un círculo vicioso porque el músculo con menos riego tiende a contracturarse más fácilmente y, además, la falta de sangre activa más los nervios del dolor.

Si esa situación se mantiene un período prolongado o se repite con frecuencia, el músculo se contractura cada vez con mayor facilidad. En esa situación, hacer el ejercicio físico adecuado es fundamental para romper esa tendencia.

Calambres musculares

Calambres
Más que probablemente, usted ya los conoce: un dolor insoportable, por ejemplo en un pie, que puede presentarse hasta dormidos. El dolor es intenso, y parece empeorar cuando se intenta hacer algo. Le es imposible poner derecha la pierna, los músculos han llegado a estar tan contraídos que se sienten como piedras, y es imposible moverse.

Y por que no, estos calambres pueden hacerle también soltar unas lágrimas, pues pueden ser intolerablemente dolorosos. Incluso, en muchos casos, aunque puedan surgir ganas de llorar, el dolor es tan intenso que el cuerpo parecería no poder ocuparse de las lágrimas. Su única opción es frotarse y esperar que el dolor cese. ¿O acaso existe otra?

Encontrando las causas
Antes que nada, echemos un vistazo a las causas que provocan estos tremendos dolores. En realidad, nadie parece saber la causa exacta de los calambres musculares, pero algunos expertos creen que los mismos ocurren a causa de un bajo nivel de calcio o potasio en la sangre. Otros especialistas, afirman que se debe a una falta de líquidos apropiados, lo que tiene como resultado un principio de deshidratación que causa que los músculos experimenten un calambre. Por último, están quienes señalan que el problema se debe a que no existe la suficiente circulación sanguínea en esas áreas, lo cual puede causar el calambre.

Fracturas o Fisuras de Huesos

Las Facturas o Fisuras de huesos

Facturas o Fisuras


Las roturas, pequeñas fracturas y fisuras son ocasionadas por un traumatismo repentino o persistente. Cualquier golpe o accidente puede provocar la rotura total o parcial de un hueso. En principio suele producirse en la zona donde el hueso es más débil por su estructura o donde se acumula una excesiva presión.


Dependiendo de cómo se haya producido ese traumatismo, la fractura será más o menos limpia.


Así, si se origina por un golpe directo o por una flexión brusca, se ocasiona una línea de fractura más o menos recta que corta el hueso. En cambio, si la fractura viene originada por un movimiento de torsión esa línea adquiere una disposición en espiral y llega a ser bastante amplia.


Cuando el traumatismo sucede por un aplastamiento o varios golpes se produce una fractura múltiple en la que se originan múltiples fragmentos óseos. Esos fragmentos conservan más o menos la forma original del hueso, y provocan en algunos casos una amplia destrucción de tejido muscular.


Su envejecimiento


Como el resto del organismo, los huesos presentan un deterioro progresivo reflejado en una pérdida de vitalidad, así como un debilitamiento. Los huesos tienden a perder masa ósea, especialmente en la zona trabecular. Debido a ese déficit y a un ritmo de remodelación cada vez más lento, la fragilidad del hueso es cada vez mayor. Ese es un hecho que se comprueba especialmente en las personas de cierta edad.


Los de una persona mayor son huesos con menor elasticidad y capacidad, catalogados como 'osteoporóticos'. La osteoporosis constituye un problema serio en el que intervienen factores dietéticos, sobre todo relacionados con el consumo de calcio, el estilo de vida -sedentarismo o tabaquismo- y la presencia de enfermedades o consumo de medicamentos, así como factores hormonales, que hacen más susceptible a la mujer menopaúsica.

Dislocaciones

Las Dislocaciones

¿ Qué es una dislocación?
La dislocación es el desplazamiento de los huesos de cualquier parte del cuerpo, el hueso es forzado a salir de su sitio normal siendo este la articulación.

¿Qué ocasiona la dislocación?
Cuando se fuerza el movimiento normal de una articulación los huesos que se encuentran en ella pueden desconectarse o dislocarse. Para salir de la articulación se produce una rotura de la cápsula de la articulación y desgarro de los ligamentos y, con frecuencia, lesiones en los nervios circundantes.
La mayoría de las dislocaciones se producen por un traumatismo, una caída o por convulsiones.

Síntomas
Los síntomas que caracterizan a una dislocación son: Deformidad de la articulación, limitación del movimiento, hinchazón (edema) y dolor intenso. Puede presentarse posteriormente equimosis.

Diagnóstico
El diagnóstico esta dado por el antecedente de un traumatismo (golpe) o de un movimiento brusco.

Tratamientos y recomendaciones
Lo que se recomienda es que no se movilice el miembro afectado hasta que éste no esté completamente inmovilizado. Los pacientes con posibles lesiones de cadera, pelvis o muslos no deberán de ser movidos a menos que esa absolutamente necesario. Si se realiza la movilización se debe utilizar la técnica de "arrastrar por la ropa". No se debe intentar alinear un hueso o una articulación deformados o cambiar su posición. No dar a la víctima ningún alimento ni líquido, ya que puede ser necesario una anestesia para la reducción del problema. El tratamiento médico es la reducción con técnicas específicas para cada articulación. Es necesario colocar una férula o aparato de yeso, hay que administrar al paciente analgésicos y antiinflamatorios del tipo de los AINEs.

Roturas Fibrilares

Las Roturas Fibrilares

¿Que es?
Una rotura fibrilar es una lesión en la que se afectan las fibras que forman el vientre muscular. La gravedad de la lesión depende del numero de fibras afectadas.Se puede producir por una contusión o por un esfuerzo muscular explosivo en un periodo corto de tiempo.


Causas
Hay varios factores que pueden contribuir a la lesión como por ejemplo cuando el músculo esta fatigado y se le sigue exigiendo actividad, un mal calentamiento antes de la actividad física o situaciones similares.


Síntomas
Los síntomas son inflamación, hematoma que dependerá del tamaño de la rotura, dolor a la palpación y a la contracción muscular y dolor general de toda la zona.La persona en el momento de la rotura siente un dolor punzante o signo de pedrada llegando incluso en roturas graves a oírse el desgarro muscular.


Rehabilitación
El tiempo de recuperación es relativo y esta unido al tipo y gravedad de la lesión.En cuanto al tratamiento se aconseja las primeras de 48 a 72 horas reposo, hielo para bajar la inflamación, Thrombocid aplicado en casos de hematoma y vendaje comprensivo.Pasado ese tiempo es aconsejable acudir al fisioterapeuta que valorara la rotura y empezara a tratarla.
El tratamiento que se suele aplicar es de medidas antiinflamatorias como el ultrasonido o Indibaterapia (para mi mucho mas efectivo que el ultrasonido) que en estos casos va fenomenal reduciendo dolor e inflamación y consiguiendo reducir el tiempo de recuperación. Luego masaje de la musculatura que suele ser doloroso porque hay que romper las adherencias que se hayan formado tras la lesión para que el músculo no pierda elasticidad y acabo con un vendaje neuromuscular que deja protegido el músculo para que la persona pueda hacer actividad normal.

Esguinces

Los Esguinces

¿Qué es un esguince?
Tanto los esguinces como las torceduras son lesiones que se producen en los tejidos superficiales. Las torceduras son lesiones en los tendones o en los músculos; los esguinces son lesiones en los ligamentos.


A veces se utiliza una escala de tres puntos para determinar la gravedad de un esguince. El Grado I indica una lesión relativamente pequeña causada por la distensión de un ligamento, mientras que los Grados II y III se utilizan para clasificar como parcial o completa una rotura de ligamentos.

Los ligamentos son formaciones de tejido fibroso que unen los huesos entre sí. Guían el movimiento de las articulaciones a la vez que mantienen la estabilidad de las mismas y su alineación.

El esguince tiene lugar cuando ha ocurrido una contusión, como pueda ser un movimiento brusco que haya forzado a la articulación a salirse de su alineación, dañando de esta manera al ligamento. El tobillo es el sitio donde se producen con más frecuencia, aunque los esguinces de muñeca o rodilla también son frecuentes.

Casi el 90 por ciento de los esguinces de tobillo se producen cuando el talón del pie se gira hacia dentro, provocando que el tobillo se desplace fuera de su eje de movimiento. Estas lesiones también llamadas de «inversión» ocasionan en los ligamentos exteriores o laterales de la rodilla una distensión aguda que en algunos casos puede provocar un dolor intenso.


Clasificaciones
La gravedad de un esguince se clasifica en uno de estos tres grados: Grado I (leve): La lesión se limita a una distensión excesiva, o a un ligero dolor, del ligamento. El dolor, la hinchazón y las magulladuras son normalmente mínimas.

La articulación permanece sin alteraciones perceptibles, y el peso que normalmente soporta el tobillo sigue siendo soportable para el ligamento. Hay una pequeña, en caso de haberla, disfunción de la movilidad en el funcionamiento de la articulación.

Generalmente no se necesita una radiografía para su detección. Los esguinces leves se curan en cuestión de pocos días o tal vez una cuantas semanas, y lo normal es que la recuperación sea total.

Grado II (moderado): El ligamento se ha desgarrado parcialmente. El dolor, la hinchazón y las magulladuras pueden ser de carácter moderado o grave.

Normalmente hay cierta dificultad a la hora de que el miembro dañado soporte el peso habitual, y el grado de movilidad de la articulación se reduce sensiblemente.

Es necesario una radiografía para descartar fractura o dislocamiento de huesos, y para evaluar mejor el grado de lesión que se ha producido en los tejidos, lo conveniente es utilizar un escáner de alta resolución.

Para una total recuperación se necesitan al menos de dos a seis semanas, si bien al final de ese período la mayoría de los pacientes han recuperado del todo la movilidad que tenían antes de la lesión.

Grado III (grave): El ligamento se ha desgarrado completamente o bien se ha desplazado lejos del hueso. El dolor, la hinchazón y las magulladuras resultantes por lo general son bastantes graves, y la movilidad decrece notablemente haciendo casi imposible el caminar. Normalmente, a causa de la gravedad de los síntomas, se hace necesaria la realización de una radiografía a fin de descartar una fractura del hueso.

Contracturas Musculares

Contracturas musculares

¿Qué son?

Una contractura muscular es, tal y como su nombre indica, una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que aparece al realizar un esfuerzo. Se manifiesta como un abultamiento de la zona, que implica dolor y alteración del normal funcionamiento del músculo.
Suele aparecer cuando dicho músculo realiza una actividad inapropiada en intensidad o en función. Así, cuando en el gimnasio cogemos más peso del debido pueden aparecer contracturas. O cuando sin coger tanto peso, realizamos un esfuerzo mantenido en el tiempo, como es el caso de una mala colocación en la bici de spinning.
Las contraturas pueden aparecer en el momento en el que estamos realizando el ejercicio o después. Las primeras se producen porque hay una acumulación de los metabolitos, que provocan dolor e inflamación, al no haber una suficiente irrigación sanguínea que depure la zona. Las segundas se deben a la fatiga excesiva de las fibras, que al acabar el ejercicio ven disminuida su capacidad de relajación.


¿Cómo tratarlas?

Lo primero que hay que hacer para tratar una contractura es prevenirla, y para ello que mejor que realizar un buen calentamiento para preparar al músculo antes del esfuerzo. Una programación progresiva en intensidad de las cargas también ayudará, de menos a más es el principio de intensidad. Un buen trabajo de flexibilidad también las evita al mejorar la distensión del músculo y facilitar la recuperación del músculo tras el entrenamiento.

Una vez que tenemos una contractura no queda más remedio que tratarla. No es conveniente tratar una contractura por sí mismo con masajes inapropiados o fármacos aconsejados, lo mejor es ir al médico o fisioterapeuta para que vea de qué tipo de contractura se trata y cuál es el mejor método para su tratamiento, entre los cuales se encontrarán:

-Miorelajantes y antiinflamatorios: ciertos fármacos logran relajar la musculatura y reducir la contracción. Se suelen utilizar sobre todo en los casos en los que el dolor es muy acusado. Siempre deben de estar prescritos por tú médico

-Calor local: suele ser muy útil al conseguir un efecto relajante y analgésico.

-Masajes: como hemos dicho antes los masajes deben de darse por personal cualificado, sino la contractura irá a peor. El masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión y por tanto el dolor.

-Los estiramientos y la actividad ligera en el agua son aconsejables trás la fase aguda de la contracción.

Calambres Musculares

Calambres Musculares

¿Que son clambres musculares?
El calambre o espasmo muscular es una contracción involuntaria, breve y dolorosa. Las causas que desencadenan un calambre pueden ser multifactoriales: fatiga, alteraciones metabólicas, deshidratación, alteraciones nerviosas o vasculares. Aunque en el caso del deporte los fisiólogos no acaban de ponerse de acuerdo en cuál es la causa.
El calambre que se da en el deportista suele ser por alteraciones hidroelectrolíticas, de forma que al perder líquido por sudoración y no reponerlo hay una disminución de los iones que intervienen en el proceso neuromuscular de la contracción (magnesio, potasio, calcio), dándose un fallo en la transmisión del impulso nervioso, impidiendo que el músculo se relaje y sufriendo el calambre.
El mejor medio de prevención es una buena hidratación y alimentación antes y durante el ejercicio, y si la práctica va a ser de larga duración hidratarse con bebidas isotónicas para reponer electrolitos. Una vez producido el calambre lo mejor es estirar suave y progresivamente el músculo. La aplicación de calor también puede ayudar, ya que producirá una vasodilatación y aportará más nutrientes y electrolitos al músculo.


Previniendo los calambres musculares
Prevenir los calambres musculares puede ser realmente muy sencillo. Como en todo, la efectividad no está totalmente garantizada, pero se reducirán drásticamente las chances:
El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la circulación
Estirar y precalentar los músculos de forma diaria, por ejemplo todas las noches antes de acostarse
Beber ocho vasos de líquido por día, preferiblemente de agua.
Comer suficientes alimentos ricos en calcio y potasio, como las bananas, el jugo de naranja, las papas y las verduras frescas.
Evitar los alimentos grasos y fritos.
Llevar medias elásticas durante el día, especialmente cuando se tienen várices.
Llevar puestos calcetines para dormir durante la noche puede ser de mucha utilidad, porque esto ayuda a que los pies estén tibios, con lo cual las piernas también tienden a permanecer más tibias.

Esguinces

Esguinces
Los esguinces son lesiones que afectan la cápsula y/o los ligamentos de una articulación. Los ligamentos son estructuras protectoras de las articulaciones, que impiden sobrepasar el límite normal de amplitud de su movimiento. Son estructuras inextensibles, por lo que la lesión se producirá con cualquier mecanismo agudo que sobrepase el límite de la elasticidad funcional. Si se rompen pueden dar lugar a luxaciones de la articulación con lesión de la cápsula articular. Tipos de esguinces según su gravedad: - Grado I: elongación de algunas fibras, con ligero dolor y edema, y sin laxitud articular. - Grado II: desgarro parcial que da lugar a laxitud articular con impotencia funcional y dolor que típicamente aumenta al enfriarse la articulación. Suele acompañarse de una tumefacción periarticular o regional. - Grado III: rotura total del ligamento y de la cápsula articular. Se acompaña de laxitud articular completa, apreciándose al movilizar pasivamente la articulación un bostezo articular por subluxación. Dicha maniobra es de difícil realización en el momento de la lesión por el dolor agudo que conlleva. Frecuentemente se realiza bajo control radiológico comparando con el posible bostezo en la articulación contralateral. Asimismo la radiografía está indicada para descartar posibles fracturas por arrancamiento a nivel de la inserciones ligamentosas o tendinosas (es frecuente el arrancamiento de la apófisis proximal del 5º metatarsiano en un esguince de la porción anterior del ligamento lateral externo del tobillo). - Crónico: los llamados "esguinces mal curados" corresponden a esguinces de grado II ó III con inestabilidad crónica mecánica o funcional que origina frecuentes recidivas. El tratamiento del esguince varía según el grado, pero siempre se deberá pautar inmovilización (escayola en grado III, y férula o vendaje funcional en grados II y I), uso de AINE, elevación de la zona lesionada y fisioterapia. La aplicación de masaje profundo con el objetivo de romper las fibras cicatriciales aberrantes (técnica de Cyriax) se puede aplicar como técnica coadyuvante, aunque la revisión de la bibliografía actual no aporta pruebas acerca de su efectividad. Algunos esguinces de grado III, sobre todo en individuos jóvenes y deportistas tendrán que ser tratados quirúrgicamente.

Roturas fibrilares

Rotura de fibras musculares
Secundaria a una contracción muscular voluntaria y violenta. Los factores de riesgo de las roturas pueden observarse en la Tabla II. Las roturas se clasifican en tres grados: 1. Rotura fibrilar. Es la más frecuente y corresponde a una rotura microscópica en la que sólo unas fibrillas musculares son lesionadas. A veces pueden acompañarse de una lesión vascular, apareciendo un pequeño hematoma. Al ser de tamaño reducido, no suelen ser visibles con la ecografía. El paciente refiere un dolor violento, descrito a veces "como una pedrada", que se acompaña de impotencia funcional. Con el reposo disminuye el dolor pero éste se reproduce con la presión o el movimiento. 2. Rotura parcial. Representa el 20 por ciento de las rotura fibrilares. Su etiopatogenia es similar a la rotura fibrilar, con la única diferencia que el número de fibras musculares afectadas es mayor, pero sin llegar nunca a afectar por completo el cuerpo muscular. Con la ecografía se pueden visualizar la lesión muscular y el hematoma acompañante. A la palpación se puede apreciar una depresión en la zona afectada (signo del hachazo). El tratamiento incluye reposo relativo durante 4 a 10 días, apoyando lo menos posible el miembro afecto, utilizando vendaje compresivo del músculo, hielo y analgésicos/AINE. La vuelta a la actividad física habitual será progresiva según la sensibilidad dolorosa del paciente, advirtiendo (sobre todo en deportistas con mucho interés en volver a practicar deporte) de la importancia de realizar estiramientos y calentamiento previo para evitar nuevas roturas en la zona. 3. Rotura total. Se rompen totalmente las fibras, separándose ambos extremos musculares con una retracción de los vientres musculares, que se retraen y contraen. Representan el 5 por ciento de las roturas fibrilares y cursan con intenso dolor e impotencia funcional completa. El tratamiento es siempre quirúrgico.
Las agujetas

¿Por que se producen las agujetas?
La que aparece tras la práctica deportiva es una rotura de fibras musculares en su mínima expresión
.
Este dolor se debe a dos razones: porque la fibra muscular es débil y no es capaz de sostener el nivel de ejercicio, o bien porque se realiza un trabajo muscular cuando se está desentrenado y la fibra no es capaz de aguantarlo.

El dolor que caracteriza a las agujetas
producido por la rotura celular: los elementos citoplásmicos se vierten al exterior, estos tienen una serie de iones de calcio y de potasio que son elementos irritantes y muy dolorosos, lo que pone en marcha un mecanismo de inflamación, que llega a su punto máximo entre las 24 y las 48 horas.

Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las articulaciones, esto se debe a que la zona musculotendinosa es donde existen más fibras musculares débiles y más tensión. Las agujetas
acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se van volviendo más fuertes.

Las agujetas
son parte de un proceso de adaptación, lo único que se puede hacer para evitarlas es hacer ejercicio progresivo.



Enfermedades del aparato locomotor

Agujetas
Se definen como aquel dolor muscular que aparece en las inmediatas 24-48h desde la realización de un ejercicio intenso y/o
prolongado, y que afectan al aparato muscolotendinoso. En realidad son pequeñas lesiones a escala microscópica que se realizan en la fibra muscular.Estas lesiones desbordan la sustancia de la célula del tejido muscular provocando la inflamación y reteniendo agua, cosa que crea una distensión de las fibras nerviosas traduciéndose en dolor. Este proceso tarda de 20 a 30 horas. Hasta las 78h después del esfuerzo evoluciona el dolor, para a partir de entonces disminuir hasta 7 días después. Si nos movemos haciendo más ejercicio con las partes afectadas, el agua retenida se moviliza de manera que desaparece el dolor.Para prevenirlas, es falso que el consumo de bicarbonato las haga desaparecer. Pero en cambio, si es cierto que la correcta adaptación al entrenamiento/nuevo ejercicio, es fundamental, con el incremento paulatino de esfuerzos y/o distancias. En el caso de la musculación, el mejor tratamiento es la repetición a menor intensidad de los ejercicios.Por ultimo, la aplicación de hielo durante 10-20 minutos, o de algún analgésico pueden aliviar los síntomas.




Enfermedades del Aparato Locomotor

El Aparato Locomotor

El aparato locomotor

No es independiente ni autónomo, pues es un conjunto integrado con diversos sistemas, por ejemplo, con el sistema nervioso para la generación y modulación de las órdenes motoras. Este sistema está formado por las estructuras encargadas de sostener y originar los movimientos del cuerpo y lo constituyen dos sistemas.

-. Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos articulares.

-. Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al contraerse provocan el movimiento del cuerpo.

Es un tejido, resistente a los golpes, presiones y tracciones pero también elástico, los huesos proporcionan ingersión en los músculos, protegen órganos vitales como el corazón, pulmones, cerebro, etc., asimismo permite el movimiento en partes del cuerpo para la realización de trabajo, movimiento de traslado, sostén, equilibrio o actividades estableciendo así el desplazamiento del individuo. Forma el aparato locomotor originando la estructura ósea o esqueleto y está revestido por músculos dependiendo de su ubicación. Es también un depósito de calcio movilizable, órgano hematopoyetico (alberga a la médula ósea: formador de los componentes celulares de la sangre).