martes, 19 de mayo de 2009

Enfermedades Autoinmunes

Una enfermedad autoinmune es una enfermedad caracterizada por acción de los efectores inmunológicos hacia componentes de la propia biología corporal.

- Asma

El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio caracterizada por vías aéreas hiperreactivas, es decir, un incremento en la respuesta broncoconstrictora del árbol bronquial. Las vías aéreas más finas disminuyen ocasional y reversiblemente de calibre por contraerse su musculatura lisa o por ensanchamiento de su mucosa al inflamarse y producir mucosidad, por lo general en respuesta a uno o más factores desencadenantes como la exposición a un medio ambiente inadecuado (frio, húmedo o alergénico), el ejercicio o esfuerzo en pacientes hiper-reactivos, o el estrés emocional. En los niños los desencadenantes más frecuentes son las enfermedades comunes como aquellas que causan el resfriado común.

Ese estrechamiento causa obstrucción y por tanto dificultad para pasar el aire que es en gran parte reversible, a diferencia de la bronquitis crónica donde hay escasa reversibilidad. Cuando los síntomas del asma empeoran, se produce una crisis de asma. Por lo general son crisis respiratorias de corta duración, aunque puede haber períodos con ataques asmáticos diarios que pueden persistir por varias semanas. En una crisis severa, las vías respiratorias pueden cerrarse tanto que los órganos vitales no reciben suficiente oxígeno. En esos casos, la crisis asmática puede provocar la muerte.

El asma provoca síntomas tales como respiración sibilante, falta de aire (polipnea y taquipnea), opresión en el pecho y tos improductiva durante la noche o temprano en la mañana. Entre las exacerbaciones se intercalan períodos asintomáticos donde la mayoría de los pacientes se sienten bien, pero pueden tener síntomas leves, como permanecer sin aliento - después de hacer ejercicio - durante períodos más largos de tiempo que un individuo no afectado, que se recupera antes. Los síntomas del asma, que pueden variar desde algo leve hasta poner en peligro la vida, normalmente pueden ser controlados con una combinación de fármacos y cambios ambientales pues la constricción de las vías aéreas suele responde bien a los modernos broncodilatadores.


-Anemia pernicosa


La anemia perniciosa es un tipo de anemia megaloblástica causada por déficit de vitamina B12 debido a un defecto en la absorción de ésta. La falta del factor intrinseco, proteina producida en el aparato digestivo y esencial para la absorción de vitamina B12, es uno de sus principales desencadenantes. En un 90% de los casos se debe a una reacción autoinmune.

La anemia perniciosa se observa como resultado secundario de ciertas enfermedades endocrinas autoinmunes, tales como diabetes tipo 1, hipopatatoidismo, enferedad de Addison, hipopituitarismo, enfermedad de Gaves, tiroiditis crónica, miastestemia grave, y También por problemas digestivos o por medicamentos que alteren la absorción gástrica como , infecciones por Helicobacter pylori, gastritis crónicas, vitiligo.enfermedad de Crhon, vegetarianos estrictos sin consumir suplementos de complejo B12, pobreza, desnutrición, Esprue o enfermedad ciliaca, una dieta pobre en el embarazo (sobre todo en el primer trimestre), en pacientes bajo tratamientos para tuberculosis, sobre todo los que toman ácido paraaminosalicilico, colchicina, neomicina.


-Colitis ulcerosa

Es una enfermedad inflamatoria del colon (el intestino grueso) y del recto. Está caracterizada por la inflamación y ulceración de la pared interior del colon. Los síntomas típicos incluyen diarrea (algunas veces con sangre) y con frecuencia dolor abdominal.

El diagnóstico definitivo lo establece la endoscopia digestiva baja con toma de biopsias. Los gastroenterólogos son los especialistas que suelen diagnosticar y tratar esta enfermedad.

Existen diversas teorías sobre las causas de la colitis ulcerosa, ninguna de ellas comprobada. No se conoce la causa de la colitis ulcerosa, y actualmente no hay cura, excepto a través de la extirpación quirúrgica del colon. Una teoría sugiere que algún agente, que puede ser un virus o una bacteria atípica, interactúa con el sistema inmune del cuerpo y desencadena una reacción inflamatoria en la pared intestinal.

Aunque existe evidencia científica que demuestra que las personas que tienen colitis ulcerosa padecen anomalías del sistema inmune, se desconoce si estas anomalías son una causa o un efecto de la enfermedad.

El tratamiento se basa en antiinflamatorios e inmunoreguladores.

El ácido 5 aminosalicílico (5-ASA) es un compuesto antiinflamatorio similar a la aspirina que constituye uno de los principales tratamientos de esta patología. Se encuentra en fármacos como la sulfazalacina, mesalamina y mesalazina, como uno de sus componentes. La molécula debe de manipularse farmacológicamente porque si se administra pura, sería absorbida por el intestino delgado y no llegaría a colon donde ejerce su efecto. Es un efecto tópico, por contacto con la mucosa afectada. En el colon las bacterias de la flora bacteriana descomponen la molécula de sulfazalacina en una sulfa y el 5-ASA, o la molécula de mesalamina en dos moléculas de 5-ASA y entonces ejerce su efecto antiinflamatorio sobre la mucosa. Suelen administrarse en forma crónica a los pacientes.

Los corticoesteroides son antiinflamatorios más poderosos y por ende con mayores efectos secundarios. Se pueden administrar por vía oral, intravenosa o en enemas. Se utilizan cuando el empleo de la 5-ASA no es suficiente para que el paciente entre en remisión (se inactive la enfermedad). Lo ideal es utilizarlos a la menor dosis posible por el menor tiempo posible, sin embargo algunos pacientes los necesitan en dosis altas durante las crisis severas y otros a dosis bajas de forma crónica para poderse mantener con baja actividad inflamatoria.

Otros inmunoreguladores como la azatioprina se pueden utilizar en los casos más severos para controlar una crisis, o para dar mantenimiento de la terapéutica. La utilización de estos medicamentos podría facilitar el bajar la dosis de corticoesteroides.


-Uvrítis

La uveítis se define como la inflamación de la úvea, lámina intermedia del ojo que se encuentra entre la esclerótica y la retina, la cual aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, y es una de las causas del ojo rojo.[1] Suele acompañarse con disminución de la agudeza visual, de curso lento y progresivo, dolor y sin secreciones, lo que lo distingue de otras causas de ojo rojo como la blefaritis, conjuntivitis y el chalazión. Por extensión también hace referencia a cualquier tipo de inflamación del interior del ojo. Suele cursar con cierta intolerancia a la luz (guiños, deslumbramientos, etc) y requiere de un exhaustivo examen del fondo del ojo. Puede afectar a uno o ambos ojos.


Se suele clasificar en cuatro tipos: anterior, intermedia, posterior y panuveítica'.

* Anterior

de dos tercios a 9 de cada 10 uveítis. Es una inflamación del iris del ojo, córnea y cuerpo ciliar,[2] provocada generalmente por una enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante, pero en la mayoría de los casos es por causa desconocida.[1] Suele tratarse de casos aislados o a veces recurrentes o crónicos. Cursa con ojo rojo, conjuntiva irritada, dolor y pérdida de visión parcial.

* Intermedia o parsplanitis: vitritis. A veces se complican produciendo hemorragias o depósitos de material inflamado en la pars plana. Es la inflamación de la pars plana, área estrecha ubicada entre el iris y la coroides, que generalmente tiene una gravedad leve, afecta a los hombres jóvenes y no se asocia a ningua otra enfermedad. Es posible que haya una asociación con la enfermedad de Crohn y con la esclerosis múltiple.[1] Por esta razón, estos expertos recomiendan que las personas mayores de 25 años a quienes se les ha diagnosticado pars planitis se sometan a una resonancia magnética del cerebro y la columna.

* Posterior: inflamación de la coroides (coroiditis) sola o acompañada de la retina (coroidoretinitis). El grado de pérdida de la visión depende del tamaño y de la localización de la cicatrización. Si se afecta la parte central de la retina, denominada mácula, la visión central se deteriora.

* Panuveítis: se ve afectada toda la úvea, es decir, los segmentos anteriores y posteriores del interior del ojo.


Síntomas

* Ojo rojo
* Visión borrosa
* Sensibilidad a la luz
* Manchas que flotan
* Dolor

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